Finalizando el mes de agosto, queda por delante aún muchos momentos para disfrutar de los paseos, el reencuentro con amigos/as que han permanecido alguna temporada fuera, repensar nuestros hábitos, proyectar nuestro comienzo de año escolar, y el otoño.
Un momento en que los árboles se desnudan y trasladan su fuente energética a las raíces, desde donde se nutren en contacto con la tierra, nuestra madre, la que nos vío nacer y crecer, y la que nos espera cuando nos despidamos de lo material y seamos un recuerdo, como las hojas cuando caen al suelo para que otras puedan nacer en primavera. Porque las plantas y los anfibios nos enseñan que su invernada que la vida tiene momentos de repliegue para despues renacer, y dar paso a una nueva vida.
Nuestro otoño es la oportunidad de buscar y encontrar lo mejor de nosotros/as mismos/as, de nutrirnos, alimentarnos y relacionarnos con hortalizas, elaboraciones, preparados, productos artesanos auténticos.
Te esperamos, es muy facil sólo tienes que leer ¿cómo nos autogestionamos?, enviar un mensaje para incluirte en la plataforma a circulodeintercambioelquirat@gmail.com manifestando tu deseo de participar, si quieres puedes señalar en ese momento qué puedes ofrecer o demandas, o si prefieres pensarlo puedes empezar por probar los alimentos y los cuidados naturales.
...La semilla del fruto del algarrobo era empleada por los antiguos griegos como unidad de medida para pesar joyas y piedras preciosas debido a la uniformidad de peso que le atribuían. El algarrobo se llamaba en griego keration, por lo que esta palabra se empleaba también como unidad de peso de las gemas; un keration equivalía al peso de una semilla. Cuando los árabes adoptaron esa unidad de peso, su nombre se convirtió en قيراط (qīrāṭ), que en español pasó más tarde a quilate...
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